Meta-Frankenstein en una performance que conjuga video-collage con mimo escultura. El estatismo de una máquina que introduce al público al autómata soliloquio interior de su consciencia. Dónde relata el capítulo 7 de la obra de Mary Shelley: Frankensteien o el moderno Prometeo. En el cual Justine (véase etimología) es acusada y juzgada por los crímenes acometidos por el constructo, el autómata, la maquina, la tecnología, el monstruo... la humanidad.